Octubre.

A veces tengo la necesidad de decirte todo;
Todo ese vértigo que se produce cuando te veo, toda esa sensación que me inunda y ahoga cuando me sonríes sin querer decir más. Todas las ganas de estar contigo en tu ausencia. Todo el peso de estos sentimientos que ni manejo ni llego a conocer del todo.
No sé. A veces me apetece decirte que me gusta que hayas llegado a parar aquí, conmigo, que aunque esto no esté totalmente forjado pienso en ti cuando me pasa algo bueno, algo malo, cuando existo sin más. Que me gusta mucho tu manera de conducir la vida, los besos y el coche. Que aunque no seas hogar descanso plácidamente en tu cuello aunque sea por escasos segundos. A veces me apetece decir que no te quiero, pero que te siento mucho, de mil maneras, que me haces sonreír, haces que piense que no está todo tan mal cuando fallo.
A veces eres un poco de paz mezclada con esta inestabilidad que me mata porque no te siento "mío".
A veces simplemente me gustaría decirte que el tiempo que te he regalado ha sido con amor, que todo es más liviano cuando me abrazas, que no quiero no otro calor. Te quiero, cerca de mí.