Finales de Julio.

Creo que una de las peores sensaciones que cualquiera puede sentir, es cuando crees tener controlados tus sentimientos y tus emociones haciéndolos impermeables y resistentes a cualquier daño, pero el problema es cuando ese convencimiento no es real.
Me refiero a esa se sensación donde crees que por fin has conseguido algo de calma, incluso que la vida ya no se descojona de ti, y de repente llega algo; una palabra, un detalle, un hecho, un acto... Que rompe toda la cobertura de la coraza. Y te inunda la sensación de dolor, como si sintieras que te partes en mil trozos y no tienes fuerzas para recomponer el destrozo. Y la calma se convierte con frustración, la frustración en pena y la pena en un estado de desconexión, como si todo fuera ajeno, como si no supieras cuál es tu lugar en el mundo. Como si realmente estuvieras sola.